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PADRES PEGARON PORTAZO EN LA 32

Esta vez fueron los propios padres de la Escuela 32 los que pegaron el portazo. Tras la caída del cielorraso aseguraron que la escuela no está en condiciones de reiniciar el ciclo lectivo y denunciaron no sólo que estaba sucia sino que las partículas de fibra de vidrio (material utilizado como aislante en el techo) estaban esparcidas por todo el edificio lo que podría provocar fuertes problemas respiratorios entre los alumnos.

Cerca de las 8 y tal cual lo habían anunciado los directivos y los funcionarios de Educación se abrieron las puertas de la escuela con la mayoría de los alumnos que regresaban a ese establecimiento después del receso invernal y tras la caída del cielo raso. Pero luego de observar el estado en el que estaba, muchos de los padres decidieron marcharse. “Nos vamos porque todos sabemos el alto grado de contaminación que genera la lana de vidrio. La escuela ni siquiera la limpiaron”, dijo indignada una mamá que decidió llevarse a sus dos pequeños de la escuela.

En medio del cruce entre directivos y padres, también llegó la coordinadora Carlina Mellao quien en todo momento insistió en que la escuela era segura y que nada podría pasar. Y esgrimió como argumento un estudio técnico realizado por especialistas.

Sin embargo los padres no se dieron por satisfechos y la mayoría optó por retirar a su hijos ante el “peligro” que significa esa cantidad de partículas de lana de vidrio dispersas por el aire.

“Hay que dejar de lado las estadísticas y aplicar el sentido común. Sólo eso pedimos”, dijo Sergio Vázquez, otro de los padres que por la tarde participó de una reunión con la directora María Elena Salaberry. Las autoridades de Educación insisten pero los padres están firmes en que se debe esperar al menos una semana para realizar la limpieza y concretar las reparaciones correspondientes.

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