NO APTO para CARDIACOS ! … DEPORTIVO ROCA y CIPOLLETTI empataron 1 a 1 sobre el FINAL !

La expectativa que envolvió la previa de este clásico merecía un desenlace de esta naturaleza. El cuadro por cuadro del final regaló una película acorde: marco multitudinario, la rivalidad a flor de piel, el nervio que se funde con la pasión en sólo un abrir y cerrar de ojos y el torrente de emociones que va y vuelve sin importar de qué están hechos los corazones.

Por todo esto pasaron los hinchas de Deportivo Roca que desbordaron el Luis Maiolino, y también los de Cipolletti, que como ya es una costumbre en esto del fútbol sin visitantes debieron sufrir el derby lejos del estadio, a pesar de que algunos neutrales se animaron al desafío de vivir en el mayor silencio posible un gol que era para gritar con el alma.

Es que así lo debe haber festejado a la distancia el hincha albinegro, cuando a los 46′ del complemento, y cuando al partido no le quedaba nada, pasaba a ganar el partido en rodeo ajeno.
Foto Andrés Maripe.-

En una de las últimas luchas entre los dos volantes centrales, Héctor Castro perdió en el mediocampo una pelota ante la marca de Marcos Carrasco. De inmediato, Carucha vio la proyección del reaparecido Oscar Negri (ingresó a los 37′ de ST por Weiner) y le puso una pelota exacta para que el Flaco definiera de aire con una volea, que se metió junto al segundo palo de un sorprendido Crespo.

A Roca el cielo se le cayó sobre su cabeza. Perder en la primera fecha del Tetradecagonal ante su archirrival, a quién en el juego y situaciones había sido superado, en el Maiolino y en el último minuto, conformaba un cóctel demasiado amargo de digerir.

Pero el destino del clásico tenía guardada una última sorpresa. Fernando Fernández metió una volea casi de espaldas desde el sector izquierdo del mediocampo, Guillermo Aguirre asistió de cabeza la entrada franca de Jonathan Morán para que el Chengue tenga su cara a cara con la máxima emoción.

Al delantero al que tantas veces se le cerró el arco (había marcado un gol en todo el torneo) se le abrió en el momento más oportuno. Bajó la pelota con el pecho, se filtró ante la marca de Rodrigo Herrera y Mariano Mauri y definió ante la salida de Nicolás Caprio, quien hasta ahí había sido la figura del partido, al ahogar no menos de cinco situaciones claras del Depo antes de los goles del final.

En la actuación del ‘1’ albinegro se explican los merecimientos del Naranja, que controló campo y balón en casi toda la etapa inicial. La primera de Caprio fue ante Fernández, a quien le negó dos veces el gol en la misma jugada. De todas maneras, la (casi) imbatibilidad la exhibió con mayor notoriedad en el complemento cuando sucesivamente impidió el festejo de Diego Guevara, a Morán tras un inoportuno taco de Weiner en zona defensiva y a Lucas Volken, quien le dio de primera a un desborde de Fernández y que el ‘1’ resolvió con un manotazo al corner.

A los 35′ casi saca un cabezazo goleador de Morán, que el árbitro marplatense Federico Presa, de floja actuación y a instancias del línea, anuló por una dudosa posición adelantada del atacante.

Por suerte para el espectáculo, llegarían las dos conquistas del final que opacaron la polémica del tanto no cobrado, aunque después del partido Pancaldo le apuntó a Presa por una supuesta posición adelantada de Aguirre, en la previa al gol de Morán.

La fiesta tuvo un broche acorde al marco y reafirmó todo lo que especulaba en la previa. El clásico zonal por excelencia volvió para quedarse y es una muy buena noticia.

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