A poco más de un mes de terminar el 2017, se realizó en Roca la primera ablación múltiple del año. Fue en el hospital Francisco López Lima a las 19:30 del martes, en medio de un temporal de lluvia con tormenta eléctrica y mientras se inundaba el sector de guardia.
A las 9.10 de la mañana del martes se diagnosticó muerte cerebral a un hombre de 52 años que permanecía internado en el área de Terapia Intensiva por traumatismo. Su familia no lo dudó y decidió donar los órganos, lo que puso en marcha el protocolo de Incucai. El corazón, el hígado, los riñones y las corneas se rescataron por la tarde con éxito y partieron por la noche a distintos puntos del país.
“Llegaron desde Buenos Aires once personas para el operativo de trasplante, más todo el servicio de terapia intensiva, hemoterapia, laboratorio, choferes. Es un equipo muy grande de gente trabajando en el protocolo”, amplió Cristina Orlandi, jefa del Servicio de Terapia Intensiva del hospital, quien encabezó el procedimiento.
En la mañana de ayer se realizaron trasplantes de riñones a dos pacientes rionegrinos que están en lista de espera. Una de las intervenciones se realizó en Buenos Aires y la otra en Neuquén, se indicó.
“El corazón tiene muy poco tiempo de conservación fuera del cuerpo. Iba a ser utilizado en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. El hígado tiene un poco más de margen; los riñones de 12 a 36 horas. Cuanto antes su trasplante mejor. Los tejidos tienen más tiempo de duración. En el caso de las corneas, lleva dos semanas la distribución”, explicó Orlandi e informó que “primero se las analiza, se las califica y si están en regular o buen estado, vuelven a pacientes de Río Negro”.
Importancia de registrarse
En este caso el paciente no había manifestado en vida su voluntad de donar órganos, por lo que se remarcó la importancia de registrarse en la lista nacional.
“Si se manifiesta en positivo queda como donante expreso; si lo hace en negativo, al revés. En cambio siendo adulto y no registrando su voluntad se considera donante presunto, lo que significa que luego del fallecimiento es donante”, amplió la profesional.
Orlandi señaló que cada mil fallecidos sólo cuatro son por muerte encefálica, por lo que no se da todos los días una posibilidad de realizar ablación. “Hemos tenido un máximo de seis en un año, pero éste es el primer procedimiento del año”.
“Hemos tenido un máximo de seis [ablaciones] en un año, pero éste es el primer procedimiento del año”.
Cristina Orlandi, jefa del servicio de Terapia Intensiva del López Lima.