GENERAL ROCA – Lágrimas, abrazos, agradecimientos, mucha emoción y sobre todo el orgullo y la satisfacción de haber trabajado junto a su familia para concretar el sueño de la casa propia.
Todo eso se vio ayer por la mañana en el acto de la entrega de llaves y títulos de propiedad de sus viviendas a 42 familias pertenecientes a la ex toma de Chacra Monte y que participaron del programa “Un techo para mi hermano”.
“Con el esfuerzo de todos, logramos cumplir el sueño de nuestras vidas”. La frase fue compartida por los más de 200 personas que participaron del acto ayer, en el cual se inauguraron 42 viviendas del Plan Esfuerzo Propio de la agrupación civil “Un techo para mi hermano” en el barrio roquense de Chacra Monte.
“Se completó un proceso que está muy vinculado a la autoestima y al poder junto a tus vecinos resolver un problema, entre otras cosas. Nos parece que son enseñanzas que superan al hecho de construir una casa”, afirmó Adriana Hipperdinger, presidente de la asociación civil que resultó uno de los motores para que el proyecto habitacional se pueda concretar de la mejor manera.
En este sentido aclaró que “esto no lo llamamos una entrega de viviendas, nosotros pensamos que es una inauguración de las viviendas que por más de un año y medio estas personas han ido pariendo”.
Las casas cuentan con dos dormitorios y un amplio living comedor, además de un baño y una cocina con todas las condiciones de seguridad necesarias para que habiten además de adultos, niños y adultos mayores.
El costo total de cada construcción -teniendo en cuenta asistencia técnica, mano de obra especializada y materiales- ascendió a 91.200 y se financió dentro del proyecto de viviendas de Cáritas Nacional con el financiamiento del Ministerio de Planificación.
Nélson Ayenao, uno de los referentes barriales más activos, fue invitado a dirigir unas palabras a los presentes, pero por su profundo estado de emoción no pudo realizar su discurso con normalidad.
“Nuestra lucha no fue en vano. Hay una frase que dice ‘sueño que se estanca se pudre’, pero nuestro sueño nunca se pudrió”, expreso con lágrimas en los ojos, después de confesar que su corazón le “latía a mil”.
En el acto estuvieron presentes funcionarios municipales, el obispo de la diócesis del Alto Valle, Marcelo Cuenca, referentes de Cáritas a nivel nacional e integrantes del Concejo Deliberante de Roca quienes acompañaron a cada uno de los adjudicatarios en el emotivo acto.
