Lo afirmó Luis Di Giácomo, psiquiatra de Susana Freydoz y amigo del fallecido gobernador de Río Negro. Reveló que la viuda del ex mandatario se automedicaba y que eran una pareja “donde no había sometedor y sometido” por lo que, en consecuencia, “no necesariamente era ajena la conflictividad”
“No era la familia Ingalls, nada de eso. Carlos y Susana conformaban una familia con mucha personalidad. Eran hacedores, personalidades fuertes, firmes en sus posturas, proactivos, con compromiso. Era una pareja donde no había sometedor y sometido”, sostuvo Di Giácomo.
El psiquiatra y presidente del Concejo Deliberante de General Roca -donde Soria era intendente antes de asumir como gobernador- señaló que “por su naturaleza misma, en la pareja no necesariamente era ajena la conflictividad”.
En entrevista con el diario Río Negro.com, Di Giácomo evaluó que “es posible que dado que la familia venía de un año muy intenso, ansioso, excitante fundamentalmente desde lo político, Susana buscara una respuesta por el lado de la automedicación”, y precisó que tomaba “ansiolíticos”.
Respecto del estado en que se encuentra Freydoz -única imputada en la causa- el psiquiatra afirmó que “en los momentos en que tiene conciencia clara de lo sucedido es invadida masivamente por el pesar, la angustia”.
En este sentido, explicó que “está situada en un estado de labilidad emocional muy profundo”.
Di Giácomo negó que previó a la muerte Soria haya tenido lugar una pelea con Freydoz por una supuesta infidelidad del fallecido gobernador: “No hay atisbo de doble vida ni algo parecido. Hay mucha fábula dando vuelta, porque no olvidemos que el hecho sucede en el marco de familia que hace al poder”, indicó. (INFOBAE)
