GENERAL ROCA – Había estado festejando durante buena parte de la noche el cumpleaños de su ex pareja y ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar. Cuando Mauro Ibáñez abrió los ojos, el personal del grupo BORA ya le estaba poniendo las esposas.
Así fue detenido ayer a la mañana en un departamento de la zona céntrica de Roca el joven de 25 años que está sospechado de cometer dos crímenes. Uno ocurrió en junio del año pasado cuando habría asesinado a balazos en barrio Malvinas a Leonardo Guajardo (18) y el otro hace poco más de un mes, cuando el ex agente de la Policía santacruceña y excustodio del expresidente Néstor Kirchner, Héctor “Charro” Mansilla fue ultimado de tres tiros en el pecho en la zona de Paso Córdoba.
A Ibáñez le venían siguiendo los pasos desde hace varios meses. Los informes que tenía el personal de la Comisaría Tercera lo ubicaban esporádicamente en el barrio Ceferino de Neuquén. Los propios uniformados de la vecina provincia ya contaban también con la orden de captura, por lo que su detención sólo era cuestión de tiempo.
El escurridizo sujeto ya había logrado sortear varios operativos. Pero la posibilidad de festejar el cumpleaños de su ex pareja, quien reside en un complejo de departamentos ubicado en Moreno al 400 -entre Chacabuco y La Pampa- le jugó una mala pasada.
Las fuentes consultadas explicaron que Ibáñez llegó en medio de la noche a la casa de la mujer y desde allí no se movió más. Es por eso que a primera hora, los investigadores solicitaron al juez Rubén Norry una orden de allanamiento teniendo en cuenta la posibilidad concreta de lograr detenerlo.
El operativo fue rápido. Cerca de las 10, media decena de efectivos del ex grupo BORA llegó al céntrico departamento. Tras derribar una reja, ingresaron al inmueble y allí lograron interceptar a Ibáñez, quien no tuvo ninguna posibilidad de fugarse del complejo habitacional.
Por una cuestión del destino, fue detenido justo cuando se llevaba adelante una manifestación frente al edificio de tribunales en reclamo de justicia por uno de los casos que lo tiene como imputado. La protesta la encabezaba Gilda Lara, la mamá de Leonardo Guajardo, quien el 5 de junio de 2011 fue asesinado en calle Suiza al 2700, en barrio Malvinas de Roca.
La mujer, varios familiares y un grupo de amigos se habían instalado frente a la ciudad judicial con pancartas y fotos del chico asesinado, para conmemorar el primer aniversario del crimen y exigir la detención de Ibáñez. En medio de la manifestación, el juez de instrucción Daniel Tobares, a cargo del caso Guajardo, mandó a llamar a la mujer. Un guardia la acompañó hasta el cuarto piso del edificio. Y cuando Lara se disponía a escuchar sin mayores expectativas, el juez le anunció: “En este momento Ibáñez está siendo detenido”. La mujer corrió hacia la calle, donde el reproche se convirtió en abrazos y llanto. A modo de agradecimiento, los amigos de Leonardo hicieron sonar con toda potencia los motores de sus motocicletas. Hubo bocinazos, festejos y agradecimiento.
El sospechoso también era intensamente buscado por el crimen de Héctor “Charro” Mansilla. El policía de Santa Cruz, quien desde hacía poco tiempo residía en Roca, fue ultimado en la madrugada del 2 de abril en la zona de Paso Córdoba de tres disparos en el pecho.
El cadáver fue arrojado al río y hallado tras un intenso operativo montado por personal de Bomberos Voluntarios y la Policía de Río Negro.
Ese caso recayó en el juzgado de Norry, quien ya procesó por encubrimiento agravado al compañero de Ibáñez, Daniel Eduardo Maldonado, quien se entregó como “arrepentido” y confesó el crimen varios días después.
FUENTE: DRN
