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ARSA pedirá suba tarifaria

La situación es “crítica”. Así, sin demasiadas vueltas, el nuevo titular de Aguas Rionegrinas SA (ARSA), José Luis Guerra, resumió ayer la situación en la que se encuentra la empresa encargada del servicio de agua potable y cloacas en la provincia.

El funcionario adelantó que están analizando la reducción de la planta a de personal, especialmente aquellos que entraron durante la última campaña política. También anunció que en breve pedirán un incremento en las tarifas, aunque no habló de porcentajes.

Por primera vez las oficinas que la empresa tiene en Mendoza y Güemes de Roca abrieron sus puertas para recibir a la prensa. Guerra junto al vicepresidente del directorio, Rubén Medina, y referentes de distintas áreas, brindaron una conferencia para detallar el estado en el que recibieron la empresa.

Guerra aclaró de entrada que el desfinanciamiento y la falta de inversiones en los últimos 10 años se ve reflejado hoy en la calidad del servicio. Si bien dijo que cuentan con un recurso humano “valioso”, describió una situación complicada por la incorporación de personal que no presta servicios. La empresa cuenta con 722 trabajadores aunque este número se reducirá en los próximos días.

Para Guerra este tema junto a los gastos que la empresa produce en energía eléctrica son dos “agujeros negros”.

Si bien se indicó que el recupero a través del cobro no es malo -un promedio de entre el 86 y 87 por ciento- el gran problema radica en el desfasaje (entre un 40% y un 50%) que existe entre el costo del agua y lo que se gasta para llevarla a cada hogar.

Guerra adelantó que se va a realizar un análisis tarifario y -de manera paulatina- se concretaría un aumento. Esta suba se realizaría luego de la correspondiente audiencia pública y en acuerdo con el Departamento Provincial de Aguas.

El funcionario también detalló que hasta el año pasado se venía recibiendo un aporte mensual de 340 mil pesos para mantener el servicio en toda la provincia. Llamativamente esa partida se redujo a la mitad en septiembre. Y en diciembre se cortó definitivamente. “Había días en que no había plata ni para el combustible”, dijo Guerra quien aclaró que mínimamente se necesitarían el doble para asumir los gastos diarios en el mantenimiento.

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