GENERAL ROCA – El fiscal Miguel Fernández Jahde ordenó un allanamiento al taller mecánico de la Unidad Regional II de Policía, en Roca, para investigar si efectivamente las autopartes de los vehículos policiales que estaban en desuso fueron utilizadas para poner en condiciones el automóvil particular de un efectivo que presta servicios en esa dependencia.
La denuncia fue realizada desde la propia Regional la semana pasada. En la diligencia secuestraron un jeep y dos camionetas policiales.
El procedimiento se realizó el lunes, minutos después de las 11, en los talleres que la Policía tiene en avenida Roca casi Palacios, a pocos metros del Gabinete de Criminalística y a media cuadra del edificio del Poder Judicial.
Hasta ese lugar llegó Fernández Jahde tras la denuncia que efectuó el segundo jefe de la Unidad Regional II, Ricardo Graneros.
Las sospechas habrían surgido tras algunas versiones que indicaban que uno de los policías que trabaja en el taller habría utilizado autopartes para armar nuevamente un jeep particular que justamente se encontraba en el lugar. Tras las primeras diligencias, el agente del Ministerio Fiscal ordenó el secuestro no sólo de ese vehículo sino también de una Chevrolet Lux y de una Ford F 100, de las que supuestamente se habrían extraído los repuestos. Anoche Fernández Jahde confirmó los detalles del procedimiento y aseguró que por ahora el único implicado en la maniobra es el policía que presta servicios en esa dependencia. “Igualmente hay un descuido de todos esos talleres y de los vehículos”, advirtió el funcionario.
